jueves, 7 de julio de 2011

¿DÓNDE ESTÁN LOS HÉROES? Parte 1

Sí, las cosas no van bien en nuestro país; en efecto, desde hace tiempo. ¿Cuál es la novedad?
Hoy los escándalos políticos, los problemas, la desgracia, el dolor, etc. dominan los espacios de los medios de información y están generando desde hace tiempo la percepción de pesimismo o desesperanza entre nosotros. ¿Qué hacer?
Todos estamos esperando consciente o inconscientemente a que llegue alguien como Superman, el Hombre Araña, Thor (o bien, el Santo, Kaliman o el Chapulin Colorado si se trata de los iconos nacionales) o cualquier otro superhéroe del cine o de las novelas que te guste o admires (hasta el Dr. House si quieres), y resuelva todos y cada uno de nuestros problemas personales y nacionales: que atrape a los narcos y secuestradores, que nos restituya lo robado y, de paso, encierre a los diputados y a los malos gobiernos en la cárcel. ¿A poco no? ¡Claro! Y que rescate a tu gatito del árbol.
Sin embargo, eso no va a pasar (es como esperar a Godot, ya sabes, como en la obra de escrita por el inglés Samuel Beckett).
Por ello, las circunstancias actuales nos llevan a dirigir mejor la vista a otra parte: ¡A ti! Sí, claro, a ti. "¿Yo?" ¡Aja! Antes, vamos por partes. ¿Sabes qué es un héroe?
El diccionario virtual Wikipedia dice textualmente:

"En la mitología y el folclore, un héroe (del griego antiguo ἥρως hērōs) o heroína (femenino) es un personaje eminente que encarna la quintaesencia de los rasgos claves valorados en su cultura de origen. Comúnmente el héroe posee habilidades sobrehumanas o rasgos de personalidad idealizados que le permiten llevar a cabo hazañas extraordinarias y beneficiosas («actos heroicos») por las que es reconocido". ( http://es.wikipedia.org/wiki/Héroe )

Bueno, me dirás: "¡Pero yo no tengo poderes sobrehumanos!" Y yo te digo: ¿Y qué?
Si leíste bien, la "Wiki" dice "hazañas extraordinarias" también. Comprendo perfectamente que no tienes una capa para volar, una telaraña, un mazo, una máscara o un "chipote chillón"; lo sé. Sin embargo, lo que sí tienes es tiempo y talento que sí puedes usar para hacer cosas fuera de lo común, fuera de lo normal, fuera de lo usual. Dirás ahora, "¿Cómo qué?"
¿Sabes? Empezar a hacer algo "extraordinario" es hacer aquello que puedes hacer -pero hasta hoy no has querido porque mentalmente te cansa (porque te exige cambiar tu rutina diaria, romper con la costumbre, salir de tu comodidad, hacer un esfuerzo extra, dejar atrás una actitud, modificar tu ruta, etc.). ¿Sí o no? ¿Verdad que así es? Pero modificar o cambiar así nada más eso no te hace ser un "héroe" o "heroína" todavía.
¿Quieres saber qué te puede hacer entonces un verdadero héroe o heroína? Pero lo más importante y primero: ¿Quieres realmente serlo? Te aclaro que decidirte por serlo no es cuestión de fama o vanagloria, pues si crees que así vas a tener por fin dinero, mujeres u hombres, el BMW, flores o iPad's... pues estás muy equivocado(a). "Y si no quiero serlo", me contestas, pues no pasa nada; así es, no pasará nada de nada.
En la próxima oportunidad te diré la neta: cómo ser un héroe si eres varón o una heroína si eres mujer, sin importar edades, creencias, nivel socioeconómico o posición alta o baja en tu grupo u organización.

Te dejo por ahora reflexionar en lo siguiente:

Ser o no ser héroe o heroína HOY ES CRUCIAL, URGENTE. Serlo en este mundo egoísta es UN DEBER INELUDIBLE DE CONCIENCIA SI QUEREMOS SALIR DE LA CÁRCEL DE LA INDIFERENCIA, DEL DERROTISMO, DE LA MEDIOCRIDAD Y DE LA DESESPERANZA.

Ser héroe o heroína es lo que marca la diferencia, lo que te hará distinto(a), único(a) y te hará trascender tu tiempo... es el camino a la trascendencia.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Caso. Karla Wheelock. Primera mujer en conquistar 7 cumbres


por Sandra Estrada

El 27 de mayo de 1999, Karla Wheelock llegó a la cumbre del Monte Everest, siendo la primera mujer latinoamericana en lograrlo.

Karla lleva diez años escalando montañas nevadas, y toda la vida subiendo cerros. Recuerda el malestar físico y el cansancio de su primera cumbre en 1991, el Popocatepetl, acompañado de una permanente sonrisa en su rostro. Comienza desde entonces la necesidad de llegar más alto, más lejos.

El montañismo nace en Karla Wheelock como actividad de fin de semana, hasta convertirse en una afición que le permitía ampliar sus horizontes y ejercitarse en la consecución de objetivos precisos y tangibles. No era solamente un hobby, sino la combinación de los tres ejes fundamentales en los cuales se había movido siempre su existencia: el deporte, la naturaleza y la realización de metas, en una sinergia de valores genuinos. Su historia es una historia de lucha continua por lograr sus cumbres personales.

La montaña ha llevado a Karla a apreciar cada vez más lo que se da por hecho, ya que ésta expone al ser humano y lo desnuda de todo, lo reduce a lo básico y estrictamente esencial: sus necesidades primarias para sobrevivir. Allá arriba, las personas regresan a la expresión pura de los sentimientos; allá no cuenta la belleza física, el dinero, el nivel social, los títulos profesionales o el poder que se ostente dentro de la sociedad. Lo que vale, en cambio, es la calidad de compañerismo, la calidez de actitudes, la disposición de ayuda y el poder compartir todo lo anterior.

Para Karla esta fue una experiencia de muchísimo aprendizaje, como bien lo expresa ella en su libro El Tercer Polo y en las conferencias que imparte. La principal, es que la montaña ubica al hombre en su verdadera medida: tan débil como su naturaleza humana y tan grande como puedan ser sus sueños y esfuerzos.

Cuenta que alguna vez alguien le dijo que cuando se dice Quiero, pero..., en realidad sólo hay un pero, en realidad no se quiere nada.

Para ella, las montañas más grandes son las de la mente. El creer realmente que algo se puede lograr, el superar obstáculos, el ver la cumbre como una oportunidad de conquistarse a sí misma y a los errores como fuente inagotable de conocimiento, son las primeras montañas que hay que conquistar.

Para lograrlo, son necesarias muchas cosas: Ver más aquí.

Su más reciente libro: Las 7 cumbres, 2011.

Fuente: Más Alto:

domingo, 20 de marzo de 2011

CASO. Daniela García. ELEGÍ VIVIR


El 30 de octubre de 2002 un accidente conmocionó a la ciudadanía. Los medios de comunicación informaban que una joven había perdido sus cuatro extremidades luego de caer desde un vagón de uno de los trenes que viajaba a Temuco: se trataba de la autora de esta vivencia, estudiante que en ese tiempo cursaba tercer año de medicina. Su accidente produjo una reforma en el sistema ferroviario y un cambio completo en el directorio de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE). Sin embargo, durante estos dos años, Daniela guardó estricto silencio que sólo rompió para intervenir en la Teletón de 2003: "Siendo súper sincera, me bajé del escenario sin saber lo que había dicho. Estaba muy nerviosa", comentó tiempo después. Ahora, rehabilitada, Daniela lejos de estar agobiada con la nueva forma con que debe enfrentar la vida agradece "la oportunidad de partir de cero".

Testimonio impresionante: